jueves, 20 de septiembre de 2007

El aborto en Navarra o la hipocresía a cuatro bandas

Coincidiendo con la polémica entre Amnistía Internacional y el Vaticano por la decisión de esta ONG de apoyar la práctica del aborto se plantea en el Parlamento de Navarra la exigencia del Partido Socialista de Navarra (PSN) a Unión del Pueblo Navarro (UPN) de que tome las medidas necesarias para que la Ley del Aborto en Navarra sea una realidad, ya que es la única comunidad en España donde no se practican interrupciones voluntarias del embarazo, tanto en clínicas públicas como en privadas. El PSN recuerda que las leyes se hacen para ser respetadas y puestas en práctica, señalando la hipocresía de UPN/PP en este asunto, pero al hacerlo no se da cuenta que también se pone él mismo en evidencia y a su hermano mayor el PSOE:

Es triste ver como UPN se enroca en su rancia moralina y recurre a la falacia manipuladora de que “no fomentará la interrupción del embarazo”. Nadie le está diciendo que fomente nada, es algo tan simple como que respete la legalidad vigente y deje de considerar a las navarras ciudadanas de segunda para que puedan ejercer sus derechos en igualdad de condiciones que las mujeres del resto de España.

Por desgracia parece que UPN no va a aprovechar esta oportunidad que el “como sea” navarro (PSN) le ha puesto delante, para bajarse del burro conservador y, abandonando la mojigatería que le caracteriza, iniciar el camino para convertirse en una derecha moderna, homologable a las del resto de Europa y que no impone sus prejuicios morales a los demás. Da la impresión que de tanto reivindicar la singularidad navarra UPN ha terminado por creerse que el fuero da derecho a gobernar imponiendo sus principios morales a los demás ¡Valiente hecho diferencial!

El PP, hermano mayor de UPN, gobernó durante ocho años en España y no se le ocurrió derogar la ley en cuestión. Bonito ejercicio de hipocresía por su parte, ya que si de verdad creyese en lo que dice debería haber derogado la ley del aborto cuando tuvo oportunidad de hacerlo.

Tampoco se escapa el PSN de este ejercicio de hipocresía ya que tuvo en su mano regularizar la situación del aborto en Navarra durante el tiempo en que gobernó en la comunidad; la ley del aborto se aprobó en 1985 cuando gobernaba el PSN y hasta 1996 pudieron normalizar la situación, en su lugar Gabriel Urralburu ideó el actual sistema. Tuvieron una segunda oportunidad con el gobierno de Javier Otano (1995-1996) pero no tomó ninguna medida y el aborto continuó, de facto, prohibido en Navarra. Estos precedentes ponen en cuestión la honradez de la reclamación socialista: ¿Habría normalizado la situación si el pacto con Nafarroa Bai hubiese llegado a buen puerto? La evolución de la sociedad navarra hace pensar que sí pero no sería de extrañar, conociendo el paño, que la situación del aborto en el territorio foral seguiría igual con el PSN en el poder.

Por último, el PSOE proponía en el programa electoral que llevó a Rodríguez Zapatero a la Moncloa la tan necesaria ampliación de la vigente ley del aborto, liberalizándolo en las primeras semanas, sin embargo rechazó una proposición presentada en el Congreso con la que hubiese cumplido su promesa electoral y terminado con la inseguridad jurídica en la que se encuentra la práctica del aborto en España.

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